Repunta economía en EE.UU. y abre paso a inversión inmobiliaria

En la última década, el 51,6 % del total de nuevos propietarios de viviendas en Estados Unidos (1,9 millones), son latinoamericanos, una tendencia que según la Asociación Nacional de Profesionales Hispanos de Bienes Raíces (NAHREP), se mantendrá durante la economía pospandemia. Previo a la llegada del covid-19, en el primer trimestre de 2020, los latinoamericanos encabezaban la lista de nuevos propietarios inmobiliarios, con una tasa de 48,9%, sin duda, fue el mejor trimestre de inicio de año desde la recesión del año 2008.

A pesar de la crisis económica global y de la momentánea paralización de la economía estadounidense al inicio de la pandemia, hoy la misma se ha revertido. La totalidad de la economía de los Estados Unidos (dólares $22,6 billones, el 25% del PIB del planeta) se ha volcado de lleno a la cuarta Revolución Industrial (CRI), al proceso de digitalización completa de la manufactura y de los servicios. La tasa de desempleo se redujo drásticamente, y alcanzó la cifra del 5,2% el último mes de agosto acercándose de manera acelerada a la creación de empleo prepandemia. El PIB de la Primera Economía del mundo, creció un increíble 6.5% en el segundo trimestre del 2021. En comparación interanual con el segundo trimestre de 2020, la economia estadounidense ha crecido un 12.2%

Así, más que nunca, el mercado inmobiliario del país del norte sigue siendo el destino por excelencia de aquellos potenciales inversores que desean diversificar y optimizar la seguridad de sus ahorros, apostando por una rentabilidad apreciable y estable en dólares.
Argentina, Venezuela, México y Colombia encabezan las estadísticas de inversores en USA en este segmento. Ni siquiera la pandemia pudo con esta tendencia en real estate, ya que una gran cantidad de inversionistas nuevos se animaron a sumarse, ante la posibilidad de poder concretar operaciones a distancia durante el confinamiento.

Hemos advertido un aumento del 55% en inversores durante 2019 respecto al 2018, y el pasado año en plena pandemia 2020, lejos de frenarse las potenciales operaciones, se incrementaron un 117% con respecto al año anterior, de los cuales el 77% son de nacionalidad argentina.

Una vez más, USA demuestra su capacidad de recuperación ante una crisis -en esta oportunidad-, de impacto mundial. La velocidad de recuperación de la economía estadounidense fue muy sorprendente. La profundidad del daño causado por la pandemia había impactado de lleno en la sociedad: la economía se contrajo a un ritmo anual récord de 31% en el trimestre abril-junio del año pasado. Miles de empresas cerraron, y cientos de ellas prácticamente se paralizaron, lo que provocó una suba exponencial en la tasa de desempleo, que alcanzó el 14,7% -20.5 millones de puestos de trabajo perdidos en abril de 2020-, su nivel más alto desde la Gran Depresión en la década de los años 30.

La rápida recuperación se debió entre otras cosas, al acelerado plan de vacunación masivo implementado a partir de la asunción de Joe Biden, sumado a las ayudas en dólares otorgadas por el Gobierno, por ejemplo, beneficios sociales para los hogares. En el segundo trimestre 2021, hay que sumarle los pagos de asistencia del Gobierno en forma de préstamos a empresas y subvenciones a los Gobiernos estatales y locales, con el objetivo de generar un rápido movimiento del sistema productivo. Es así que, entre los meses de abril y junio de este año, el gasto de los consumidores -el principal combustible de la economía de Estados Unidos-, se elevó a una tasa anual del 11,8%. Por otro lado, el gasto en bienes también creció a una tasa del 11,6% y el gasto en servicios se expandió a un ritmo del 12%. El desempleo cayó rápidamente, al llegar a 5.4% en julio 2021.

Definitivamente, aun en pandemia, USA nunca dejó de ser una de las economías más fuertes y seguras del planeta, tanto para los propios estadounidenses como para aquellos extranjeros que buscan resguardar sus ahorros y, de paso, obtener una renta anual neta en dólares aproximada del 8% es más que agradable. Invertir en propiedades ha sido, desde siempre, el refugio seguro para los ahorros de inversores conservadores, y el argentino de por sí, es conservador con su dinero. Por este motivo, opta por alternativas de inversión en países donde la estabilidad económica le ofrezca la tranquilidad y seguridad de saber que su inversión está en buenas manos y corre el menor riesgo.

La posibilidad de invertir fuera de Argentina con una renta en dólares se convierte en una tentadora oportunidad. Invertir en acciones del mundo bursátil requiere conocer del paño, de lo contrario es como jugar a la lotería; y las criptomonedas siguen siendo un activo inestable y sin leyes claras que respalden ante cualquier eventualidad. Es por ello, que la inversión en ladrillos en un país seguro y en un estado fuerte se convierte en la primera opción para potenciales inversionistas, y una gran posibilidad para los pequeños y medianos ahorristas que no saben en qué invertir su dinero.

Autor: Jose Maria Softa

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